https://twitter.com/RRamirezVE/status/932805701210173440 Pero lo cierto es que con esta especie de “purificación de la revolución”, Maduro saca del camino hacia las presidenciales de 2018 a los enemigos que cuestionan su liderazgo. En la campaña dirá que él enfrentó la corrupción, aun cuando durante 18 años no haya hecho nada para frenarla. Adjudicará a “los corruptos” la responsabilidad del quiebre del país y, como dice un colega que pidió expresamente no ser citado -para que no le quiten el pasaporte en el aeropuerto de Maiquetía- “se presentará sanito como candidato en 2018”. Con la purga, Maduro también refuerza el poder militar dentro del gobierno para garantizarse su respaldo. Los militares en Venezuela no están solo en los cuarteles, manejan la economía (y para la oposición y gran parte de la comunidad internacional, también el narcotráfico). En la campaña, Maduro dirá que él enfrentó la corrupción, aun cuando durante 18 años no haya hecho nada para frenarla. En esta guerra por el poder “cualquier mirada dudosa, aquel gesto no complaciente o aquella sonrisa forzada, coloca bajo sospecha al funcionario. Entre más cerca esté de la silla presidencial, más vulnerable se vuelve, más cuidado debe tener”, asegura la analista Sebastiana Barraez. Para ella, no cambiaron los tiempos en el poder: “Maduro llegó a la presidencia, sustentado en la bendición de Chávez, entre la envidia y la molestia de quienes se consideraban con más méritos. Nicolás fue lidiando con habilidad, desarticulando enredos, eliminando adversarios hasta que le tocó a Ramírez”. Para el economista Luis Olivares “aquí no hay una lucha contra la corrupción, esto es una interna. Le están cobrando a Ramírez sus críticas sobre el rumbo económico”. El especialista recalcó que la nueva conducción de PDVSA “no sabe nada de petróleo”.“Los militares siempre quisieron entrar en PDVSA y ahora van a manejar mucha plata y mucho poder, eso no es una buena noticia. Además, hay serias dudas del compromiso de pago de deuda que pueda tener Quevedo, lo que va a impactar negativamente en la industria petrolera venezolana. Al menos Eulogio del Pino y Nelson Martínez sabían lo peligroso que era no pagar…”, dice casi resignado ante la consulta de Infobae. Los militares siempre quisieron entrar en PDVSA y ahora van a manejar mucha plata y mucho poder, eso no es una buena noticia. El diputado de Vente Venezuela por el estado de Anzoátegui, Omar González, denunció el desembarco de la FAN en la petrolera estatal. “Tenemos una PDVSA y una sociedad totalmente militarizadas. Maduro es un presidente debilitado políticamente y está rodeado de facciones internas que batallan constantemente por el poder. Los militares que forman el anillo alrededor del mandatario, en vez de protegerlo pareciera que lo mantienen prisionero, y, sin duda alguna, Maduro es un rehén de los demonios que construyó“. Diosdado Cabello, en su programa “Con el mazo dando”, deslizó la posibilidad de ser candidato presidencial en 2018 El régimen se enfrenta a un 2018 decisivo. En un clima de pobreza, inseguridad, hartazgo y desesperanza, habrá elecciones presidenciales. Así, en el abanico chavista hoy hay cuatro grandes centros de poder. Además de Maduro, que ya se lanzó para la reelección, está el sector de Diosdado Cabello. El poderoso vicepresidente del PSUV, compañero de armas de Chávez y señalado por la DEA como capo narco del país, también quiere ser candidato el año que viene. Con menos carisma, el vicepresidente de Maduro, Tareck El Aissami también tiene ambiciones – y denuncias de vínculos con el terrorismo internacional-. Y por último, cada vez con más poder está lo que uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo Carlos Tablante llama la “casta militar”. Según describe, “Maduro necesita permanentemente de la élite militar que, sumada al Tribunal Supremo de Justicia, que funciona como su bufete personal, y también a la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, utilizada para violar la Constitución sistemáticamente y de manera grotesca, son los únicos soportes que le quedan, en medio del contundente rechazo del pueblo”. Maduro no está limpiando de corruptos su gobierno. Maduro está en campaña y pelea por su supervivencia.