No solo el venezolano común pasa por la “humillación” de tener que permanecer horas y horas en colas en las afueras de los supermercados del país para poder adquirir algo de comida, los diputados que se encargan de sancionar las leyes en el seno del Parlamento, tampoco escapan a esta situación, y así lo han hecho saber al equipo de Sumarium.
Según el diputado Carlos Paparoni, la escasez de alimentos en Venezuela en lo que va de 2016, es de 83% cifra que se hace notar en la desesperación del pueblo al no contar con los alimentos básicos en sus cocinas.
Mientras los diputados de la oposición alegan que la crisis alimentaria es por “la falta de producción en el país, de divisas para la materia prima y de la ineficiencia de este Gobierno”, los parlamentarios del GPP apenas están admitiendo que el aparato productivo ha mermado, y que la crisis obedece a que “el ingreso por la venta de petróleo bajó y por qué hay un proceso de boicot”.
Lo cierto del caso, es que de ese lado también sufren las penurias y los sinsabores del resto de la población que clama porque todo mejore en un país que se encuentra a punto del colapso.
“Vivo en un sector popular y sí hago cola, me toca los días jueves ¿Cómo hago? Ir del timbo al tambo, ir a un sitio a otro en diferentes días”. También contó que le ha tocado recurrir al trueque entre familiares.
Destacó además que prefiere cambiar un kilo de carne por un kilo de arroz con su familia que recurrir a los bachaqueros. “De ninguna manera podemos apoyar ese tipo que acciones que en principio yo digo y asumo que mucha gente del Gobierno está implicada en esto, tomando en cuenta que hay una ley de precios justos que no se aplica y a las caras del Gobierno ellos (bachaqueros) venden en cualquier parte del estado”, dio como ejemplo en Petare y Catia.
“Los sábados en la mañana de manera familiar me levanto a las 6:30 de la mañana y adquiero los productos en el Instituto de Previsión Ciudadana, en una red de supermercados privada que está allí y no he tenido problemas. He tenido que hacer mi cola de 45 minutos a 50 minutos en el Fuerte Tiuna. Sí he hecho cola he acompañado a mi madre y voy con mi esposa y he compartido con quienes hacen la cola”. Destacó que repudia las colas y más cuando las personas compran para después llevar los productos al mercado negro. Además admitió que “estamos en una realidad donde nuestro aparato productivo se ha visto mermado”.
Admitió que “tenemos un problema que no es solamente de definir y acelerar el aparato productivo, sino que también redefinir el ajuste de precios que le permita al productor su margen de ganancia y que permita tener libre circularidad de este tipo de producto”.
“Nosotros (diputados) también padecemos el mismo drama que pasan todos los venezolanos”, destacó que su familia lo ayuda y su esposa también le pide que haga cola “nos intercambiamos en los supermercados además el sueldo es muy bajo 38 mil bolívares y eso no alcanza para nada, así como no alcanza el sueldo de ninguna de las personas de este país. Los que están en el alto Gobierno son los que no hacen colas porque todo se lo traen de afuera.
Ante la interrogante de que si le ha tocado recurrir a los bachaqueros, expresó: “Uno va a donde están los alimentos, pero yo hago mi cola, no les compro a los bachaqueros, pero si los he visto”.
“Ir al supermercado, ir a Mercal, si es en La Guajira recibimos el mercado casa por casa. Dependiendo según donde estemos vamos adquiriendo los alimentos. Claro que hago cola yo tengo una bebé y cuando es necesario comprar pañales o la leche tengo que hacer la cola porque hay todo un proceso lamentablemente de boicot. Aquí nos esconden los productos, aquí nos ponen unos, no ponen en Farmatodo, no viene la distribución como corresponde como se hacía normalmente que debería poner en un supermercado arroz, harina, todos los rubros, las empresas privadas que hacen; en un supermercado ponen el arroz, en otro la harina para que se tenga que hacer varias colas para que el pueblo se moleste”. Al mismo tiempo destacó que no le ha tocado hacer los trueque, ni tampoco ha recurrido a los bachaqueros.
“Los que se salvan de esta crisis son los que están enchufados que no entienden el sufrimiento de la gente de ir mercado a mercado, de farmacia en farmacia tras la escasez”. Además aseguró que sí le ha tocado hacer cola “nadie se salva de esto”, no solo para comprar alimentos, sino también para los productos de aseo personal.
“Realmente dependo de mi familia, mi madre se levanta temprano a las 6:00 de la mañana los días sábados se va con mi familia a buscar y rastrear por todos los supermercados si hay algún producto, incluso salen de Maracaibo a otros municipios a ver si consiguen los productos de primera necesidad. No se consigue ni cereales para los niños, los adultos comemos lo que sea pero los niños sufren, es muy precaria la situación”.
En cuanto a los productos de aseo personal, Bracho destacó que “es calamitoso en lo personal como mujer, es una vergüenza tener que estar saltando y brincando para cambiar un desodorante por unas toallas sanitarias, un champú por un enjuague, nunca antes esta situación se había vivido de tanta precariedad, escasez”. También admitió que no solo ha recurrido al trueque, sino que también a los bachaqueros. “Somos parte de este pueblo que está sufriendo”.
“Yo hago igual que todas las familias, yo no tengo ningún privilegio y lo he aclarado a pesar de que me dicen que me llevan de Pdval (…) Yo no tengo nada de eso, yo hago lo que hacen todas las familias venezolanas. Aseguró que a los bachaqueros no ha recurrido, pero en los trueques su familia sí ha participado. “Mi familia ha pasado como cinco o siete horas haciendo cola para ir a la búsqueda de algún producto. Tenemos que aclarar y mi familia está consciente que hay gente que quiere que esa situación sea de esa manera. Sabemos lo que está pasando y acudimos como todo ciudadano”.
“Realmente es una batalla terrible la que estamos viviendo los venezolanos, estamos viviendo la peor crisis, culpa de un terrible Gobierno que se empeñó en destruir el aparato productivo nacional (…) Por supuesto que sí he hecho cola y no solo eso, sino que vivo con el drama de que si estoy aquí (AN) y no puedo garantizar la compra cuando regreso a la casa me encuentro a mi hermana deprimida, cansada, asoleada y no tenemos la posibilidad de adquirir ningún producto. Yo no se quienes son ni cómo les está llegando la comida a los enchufados, pero lo que si puedo decir es que Venezuela está sufriendo y padeciendo”.
También confesó que “lamentablemente sí he recurrido a los bachaqueros y ellos son una consecuencia, de una distorsión de un modelo que no sirve, que no funciona, porque cuando no hay las cantidades que se necesita, obviamente el mercado impone unos precios elevados y por eso existen los bachaqueros”.
Recuerdan el famoso trueque que un día el fallecido presidente Hugo Chavéz anunció promover y que la mayoría de los venezolanos rechazó, pero ante esta crisis que se está viviendo, el trueque ha sido una alternativa para que las familias venezolanas puedan completar sus alimentos, la frase: “Te cambio una harina por arroz”, más que una moda es una necesidad a la que hasta los diputados han tenido que recurrir.
Para el diputado Carlos Berrizbeitía la crisis se debe a la corrupción con los alimentos que pasa desde la compra hasta la distribución de los alimentos.
Mientras que el Gobierno y la oposición se pongan de acuerdo para salir de esta crisis que afecta a todos los venezolanos, seguirán las largas colas en las afueras de los supermercados, la escasez por la falta de producción y los altos precios en el mercado negro.
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