El presidente del Parlamento venezolano alertó que la Alta Corte (refiriéndose al Tribunal Supremo de Justicia), en manos del chavismo, está dispuesta a acudir a las medidas más extremas para perpetuar a Maduro en el poder.
El Parlamento de Venezuela se ha convertido en el principal bastión de la oposición al chavismo. En la Asamblea Nacional se fragua la estrategia para intentar democratizar el país desde la legalidad. Y el presidente del Legislativo, Henry Ramos Allup, juega un papel esencial en el impulso y coordinación de toda esta nueva estrategia opositora.
El también secretario general del partido Acción Democrática se ha convertido así en uno de los principales enemigos del chavismo.
A continuación la entrevista realizada por la periodista Ludmila Vinogradoff, corresponsal en Venezuela de ABC Internacional al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup:
Dada la magnitud de la crisis hay consenso para adelantar la destitución de Maduro a este mismo año sin esperar hasta finales de 2019. Las discrepancias están en el mecanismo constitucional que se puede aplicar.
No menciono a nadie en particular. Hablo de quienes antes no se planteaban la destitución de Maduro. Estamos frente a una realidad acuciante, porque los problemas se han agravado de tal manera que quienes hasta ahora aparecían más reticentes frente a una salida de Maduro lo antes posible ahora están convencidos de esa necesidad. Entre otras cosas porque ya está demostrado que con las mismas soluciones y los mismos esquemas es imposible salir de esta crisis y el Gobierno sigue insistiendo en más de lo mismo.
Qué quiere que le diga, ¿que lo voy a matar? Hay varias soluciones constitucionales y, por ahora, no se ha adoptado ninguna. Si no hay una renuncia suya, porque no quiere o no lo dejan, porque en definitiva la renuncia es un acto voluntario, ya veremos cuál es el mecanismo constitucional que en su momento utilizaremos.
Claro que sí. Después de que los chavistas anularan temporalmente el mandato de cuatro diputados por una decisión del Tribunal Supremo, el Parlamento queda con 163 escaños. De forma que los 109 de la oposición tienen los dos tercios de la Asamblea.
Claro que sí. Se tienen que recuperar. Mediante un juicio en el Supremo o nuevas elecciones en Amazonas.
Está clarísimo que un gobierno que se está derritiendo se aferra al Tribunal Supremo, su último bastión, que debería sentenciar con la cara tapada, eso es lo que está haciendo. Todas las decisiones que toma la Asamblea el Tribunal Supremo las declara nulas o anulables.
Yo lo que creo y lo digo a título personal es que el Tribunal Supremo está creando una crisis institucional que busca dar un golpe de Estado para dejar a Maduro como presidente, algo que no pudo conseguir por los votos. El Supremo ha violado sistemáticamente la Constitución, no ha sido votado por el pueblo y está contribuyendo a una desestabilización que puede conducir a un golpe de Estado.
Nadie lo sabe. Comparando los indicadores económicos de los dos últimos trimestres con los próximos, que serán peores, vemos que la crisis se está agravando, empeorando y que se ha hecho crónica.
De ninguna manera. La agricultura y la ganadería están colapsadas. Y esa crisis no se puede resolver con gallineros verticales como lo propuso Hugo Chávez ni con huertos en los balcones como dice Maduro, que propone sembrar verduras en botes y frascos, ¿qué país sale a flote con semejante despropósito?
La anécdota dice que Mao propuso el gran salto adelante para convertir a China en el más grande productor de acero del mundo. Pidió que se fundieran todos los artefactos caseros y, al final, resultó que solo se aprovechó el 22% del acero porque lo demás no servía. Maduro quiere dar su gran salto adelante cuando no hay aparato productivo y las fábricas están cerradas. Así están dando saltos cuando no hay agricultura ni nada.
Esos 13 motores que, sumados a los primeros cinco que anunció Chávez, no han arrancado, ¿Cómo piensa arrancar la industria pesquera si no existe? Lo mismo pasa con el azúcar o el arroz. Ninguno de esos motores va a arrancar porque no existe la infraestructura. Tiene los motores fundidos.
Yo sobre conjeturas no opino. Los que han cuestionado la nacionalidad de Maduro aún no han exhibido documentos concretos que permita indagar sus orígenes.
Las solicitudes deben tener por lo menos algún elemento sustentable. Fuera de las sospechas mantenidas hasta ahora yo no he visto fuera de la certeza ningún elemento tangible concreto que nos permita abrir una investigación. Y el que tenga pruebas concretas nos ayudaría a despejar muchísimo una materia que es de altísimo interés nacional.
Bienvenidas sean. Si las tiene que las traiga.
Este mismo jueves entró en el debate del Parlamento. Lo presentó la diputada Delsa Solórzano con la firma de todos los parlamentarios de la oposición. Es un proyecto de ley bastante bueno y muy bien redactado. Sintetiza cuatro proyectos en uno solo.
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